Extracciones

 La extracción dental se requiere con mayor frecuencia si uno de sus dientes está dañado más allá de la reparación práctica. Las razones más comunes para las extracciones dentales incluyen:
Las caries o infecciones severas pueden hacer que sea imposible o demasiado costoso reparar un diente.
La enfermedad avanzada de las encías puede requerir la extracción de un diente para que no afecte los tejidos de soporte y las estructuras óseas de la boca.
Se puede extraer un diente si está bloqueando la salida de otros dientes.
Durante el trabajo de ortodoncia, es posible que sea necesario extraer los dientes para crear espacio para los dientes que se mueven a su lugar.
Las muelas del juicio a menudo se extraen antes o después de que erupcionen.
 
Su dentista primero administrará anestesia para adormecer el área y reducir las molestias. Durante la extracción, sentirá la presión del diente que se extrae, pero no sentirá ningún dolor. Por lo general, el dentista puede extraerle el diente en cuestión de minutos.
 
Inmediatamente después de la extracción del diente, una pequeña cantidad de sangrado es normal y se colocará en ocasiones una gasa en el área afectada. El área puede sangrar mínimamente durante las próximas 24 horas más o menos y disminuir gradualmente después de eso. Siga las instrucciones de su dentista sobre con qué frecuencia cambiar la gasa y qué otros pasos seguir posteriores al procedimiento.